La frase “Come, Pray, Love” ahora se ha convertido en abreviatura de retroceder para redescubrir a sí mismo, a menudo en destinos lejanos donde puedes disfrutar de nuevas experiencias. Inspirada en las memorias más vendidas de Elizabeth Gilbert, la thought generalmente evoca imágenes de comer pasta en Italia, meditando en un ashram en la India o enamorándose en Bali. Pero seamos honestos, no todos tienen el presupuesto, el tiempo o la libertad de dejar todo y viajar por el mundo por un año.
La buena noticia es que no necesitas volar en el extranjero para hacer un viaje significativo. Con un poco de creatividad e intención, puedes planificar tu propia aventura para comer, orar, amar justo donde estás. Ya sea descubriendo manchas alimentarias ocultas, encontrando momentos de atención plena durante una estadía en uno de los Los mejores hoteles en Pasayo abriéndose a nuevas personas a través de eventos sociales, la clave es adoptar la experiencia con un corazón abierto y una mente curiosa. Aquí hay una guía sobre cómo planificar su propia comida, orar, hacer un viaje de amor y darle vida a su espíritu dentro de su ciudad:
1.) Establezca su intención para el viaje
Antes de sumergirse en cualquier plan, tómese un momento para reflexionar sobre por qué se está embarcando en esta aventura. ¿Estás buscando descansar, sanar, redescubrir la alegría o simplemente volver a conectarte con ti mismo después de un período ocupado o desafiante?
Tal como lo hizo Elizabeth Gilbert al comienzo de su viaje, establecer una intención clara le da dirección y significado a su experiencia. Escríbelo en un diario o mantenga una nota en su teléfono para que pueda volver a él mientras forma sus planes. Esta claridad guiará sus decisiones y lo ayudará a mantenerlo a base de su autodescubrimiento.
2.) Planifique los momentos para saborear la comida sin culpa
La parte de “comer” de su viaje se trata de reconectarse con alegría a través de la comida. No necesita volar a Italia para disfrutar de ricos sabores y comidas memorables, especialmente cuando su propia ciudad probablemente tenga muchas gemas ocultas esperando ser exploradas. Busque lugares de comidas cerca, como un acogedor café del que ha tenido curiosidad o un restaurante muy recomendable que aún no haya probado. Si está planeando una estadía en un resort, revise sus opciones de gastronomía internas con anticipación. Es posible que descubra una deliciosa sorpresa sin siquiera salir del edificio.
En pocas palabras, el objetivo es disfrutar de la comida plenamente y sin culpa. Ya sea un desayuno en solitario o una cena casual con un amigo, deje que cada comida en este viaje sea un momento de comodidad y atención plena.
3.) Crear tiempo y espacio para la quietud
A medida que comienza a dar forma a la parte de “rezar” de su viaje, piense en cómo puede hacer espacio para la calma y la reflexión en su vida diaria. Puede comenzar con momentos simples e intencionales como sentarse en silencio con su café de la mañana, diario en un lugar tranquilo o encender una vela por la noche para ayudarlo a reducir la velocidad. La thought es forjar un tiempo que le permita hacer una pausa, respirar y sintonizar.
La quietud puede tomar muchas formas, así que considere lo que le ayuda a sentirse fundamentada. Puede programar meditaciones cortas durante la semana, dar caminatas tranquilas sin su teléfono, o intentar relajar rituales como el trabajo de respiración o el estiramiento ligero. Hacer espacio para estos momentos tranquilos al principio de su planificación ayuda a establecer el tono para el resto de su viaje.
4.) Hacer espacio para el amor propio y la conexión
Para la parte de “amor” de su viaje, comience su planificación pensando en cómo puede mostrarle cuidado y amabilidad en el camino. Esto podría ser tan easy como disfrutar de un almuerzo tranquilo por su cuenta, reservar una estadía en resort con reposo o tallar tiempo para relajarse, leer o reflexionar, lo que sea que se sienta alimentando para usted.
Una vez que haya mapeado cómo nutrirse, considere cómo le gustaría volver a conectarse con los demás. Esto podría significar comunicarse con un amigo para caminar o almorzar, unirse a un evento de la comunidad native o aceptar una invitación que generalmente rechazará. El amor puede tomar muchas formas, y la planificación reflexiva ayuda a crear espacio para que se desarrolle sin tener que viajar lejos.
5.) Put together lo que necesitará para apoyar la experiencia
Crear un entorno que respalde el autodescubrimiento puede ser tan easy como reunir algunos elementos esenciales significativos. Piense en lo que podría enriquecer su viaje, tal vez un nuevo diario para reflexiones, una lista de reproducción que establece el estado de ánimo, un atuendo acogedor para momentos de quietud o una lista de lugares locales que ha querido visitar. Estos pequeños detalles pueden ayudarlo a mantenerse en tierra y presente durante toda la experiencia.
6.) Mapee un plan versatile para guiarlo
Si bien la espontaneidad trae su propio tipo de magia, tener una hoja de ruta ligera puede ayudarlo a mantenerse enfocado e intencional. Intente esbozar un itinerario suelto durante un fin de semana, una semana o incluso un mes centrado en sus temas clave. Puede dedicar un día a descubrir una nueva comida, otra para reflexionar tranquila y otro para conectarse con otros. Un plan versatile como este actúa como una guía de apoyo, no como un horario rígido, que lo ayudará a mantenerse intencional mientras deja espacio para seguir a donde conduce el momento.
Su comida, ore, amor del amor no requiere un pasaporte o un vuelo de larga distancia. Con el propósito, la curiosidad y un poco de planificación, puede crear una experiencia significativa mientras se mantiene bien en su propia ciudad. Donde sea que comience, deje que esta aventura le recuerde que el autodescubrimiento siempre está al alcance.
