
El lodge Otonomus, el primer lodge totalmente a la IA del mundo, abrirá sus puertas en Las Vegas en el verano de 2025. Esta propiedad futurista de suite 303 comenzará a aceptar reservas el 3 de marzo de 2025, a través de su sitio net, otonomushotel.com. El liderazgo del lodge afirma que ofrecerá una experiencia de hospitalidad revolucionaria, pero ¿es esta una maravilla tecnológica o una forma más que las corporaciones monitoreen y rastreen el comportamiento del consumidor bajo la apariencia de conveniencia?
Philippe Ziade, fundador y CEO de Otonomus Resort, afirma con orgullo: “En el Resort Otonomus, estamos revolucionando la hospitalidad a través de nuestra tecnología patentada de IA, creando una experiencia de cinco estrellas verdaderamente personalizada para cada invitado que camina por nuestras puertas”. Esa es una persona corporativa para “estamos recopilando tantos datos sobre usted como sea posible para optimizar las ganancias”.
Utilizando la inteligencia synthetic avanzada, el lodge cuenta con la capacidad de predecir y atender las preferencias de los huéspedes antes de que se registren. Todo, desde la temperatura ambiente hasta las opciones de comidas, se determinará algorítmicamente para mejorar la experiencia de los huéspedes. Suena impresionante, pero ¿qué significa para la privacidad private? Según el anuncio del lodge, el sistema impulsado por la IA analizará los datos disponibles públicamente sobre los huéspedes antes de su estadía y lo combinará con un cuestionario de incorporación gamificado. Traducción: está entregando sus preferencias personales, hábitos y tal vez incluso patrones de comportamiento antes de que incluso atraviese las puertas.
Otonomus ofrece un motor de reserva propietario de IA que permite reservas basadas en atributos, permitiendo a los huéspedes seleccionar servicios y su nivel de interacción humana. Pero aquí está la pregunta: ¿estamos entrando voluntariamente a un mundo donde incluso las interacciones cara a cara están dictadas por algoritmos? ¿Vale la pena cambiar una experiencia “personalizada” en el elemento humano de la hospitalidad?
